¿Ha oído alguna vez a un cultivador hablar de la necesidad de utilizar agua osmotizada o decirle que tenga cuidado con el agua municipal porque puede ser demasiado "dura"? Este tipo de jerga puede ser confusa, pero tener una buena comprensión de la calidad del agua puede ser el éxito o el fracaso cuando se trata de crecimiento de las plantas prósperas.
Esto se debe a que la calidad y el contenido del agua que utilizas es clave para el éxito de tu sistema de cultivo. El agua puede contener contaminantes que causan una amplia gama de problemas, desde reducir el flujo de riego y afectar a los nutrientes de las plantas hasta inhibir el control de patógenos.
Comience por averiguar el grado de pureza de su agua, es decir, cuánto se aproxima a un pH de 7,0 y un valor de EC de cero o muy cercano a cero.
Como hay muy pocas fuentes de agua pura, debería establecer un programa de control y tratamiento del agua para poder mejorar su capacidad de hidratación y de transporte de minerales y nutrientes esenciales a sus cultivos.
Cuando conozca la calidad de su agua, podrá determinar el nivel de tratamiento necesario y prevenir los problemas antes de que se produzcan.
El agua pura está compuesta a partes iguales por el ion hidrógeno (H+) y el ion hidroxilo (OH- ) y nada más. Un equilibrio de H+ y OH- produce un pH neutro de 7,0. El agua pura no contiene otros minerales, microbios, patógenos ni contaminantes.
Es por eso que el agua pura se utiliza como punto de referencia en los sistemas de cultivo, ya que no hay contaminantes que interfieran con el tratamiento del agua y no hay nada presente que pueda ser perjudicial para el crecimiento de las plantas o el rendimiento de los nutrientes añadidos.
Hay procesos de tratamiento que puede utilizar para conseguir que su fuente de agua sea lo más parecida posible al agua pura, como la ósmosis inversa (OI) o la desionización (DI). Trataremos los métodos de tratamiento más comunes más adelante en esta entrada del blog.
Por ahora, estos son los principales beneficios de utilizar agua pura:
El agua de origen se refiere al agua que tiene disponible para regar. No siempre podrá elegir su agua de origen, pero es bueno conocer las ventajas y desventajas de cada tipo.
Existen varias fuentes de agua; algunas son naturales, como el agua de lluvia, el agua superficial y el agua subterránea, mientras que el agua doméstica o del grifo también es una opción común.
Agua de lluvia: A menudo se considera que es la mejor agua para el riego de cultivos. El ciclo natural del agua da como resultado un agua bastante pura, con sólo pequeñas trazas de minerales debido a las reacciones con los gases atmosféricos. Sin embargo, cuando se recoge el agua de lluvia de los tejados, esta agua puede contener contaminantes, como plomo y amianto.
Agua subterránea: Este tipo de agua puede ser buena para el riego de cultivos. Sin embargo, puede tener altos niveles de minerales disueltos, como carbonato cálcico, especialmente si hay piedra caliza presente. Como consecuencia, el pH puede ser más elevado. Las aguas subterráneas también pueden contaminarse por la lixiviación de materiales procedentes de actividades superficiales, como la eliminación de residuos, la agricultura o la industria.
Agua doméstica o del grifo: La calidad de este tipo de agua puede variar, dependiendo de su origen y de cómo haya sido tratada. Normalmente, el agua del grifo se purifica mediante filtración o desalinización; también se le puede añadir cloro o cloramina para neutralizar agentes patógenos. Estos elementos añadidos pueden ralentizar el crecimiento de las plantas y afectar negativamente a los microbios presentes en su entorno de cultivo.
Independientemente de la fuente de agua que utilice, debe controlarla constantemente para conocer en todo momento sus niveles de contaminantes y así poder llevar a cabo tratamientos eficaces.
Puede hacerlo controlando regularmente la CE y el pH de su agua de origen para determinar el punto de partida de sus sistemas de nutrición vegetal y tratamiento del agua. Cuanto más se acerque el valor de CE a cero y el valor de pH a 7,0, mejor.
Las siguientes características son algunas de las más comunes que puede encontrar en el agua no tratada.
Dureza del agua: Esta agua generalmente tiene un alto contenido mineral, comúnmente por cantidades excesivas de calcio y magnesio. Esto provoca desequilibrios en la proporción de nutrientes cuando se añaden mezclas de nutrientes establecidas. Además, el calcio aumenta el riesgo de acumulación de precipitados de sulfato de calcio, lo que puede provocar obstrucciones en el equipo. Puede comprar mezclas de nutrientes para aguas duras, pero a menos que conozca los niveles exactos del exceso de elementos presentes, no siempre es una solución a prueba de fallos.
Salinidad: Puede haber diferentes tipos de sales presentes, como cloruro sódico, carbonato y bicarbonato, que pueden tener un impacto perjudicial en la disponibilidad de agua para sus cultivos. Si bien algunas de ellas son nutrientes esenciales para las plantas, las cantidades excesivas alterarán las proporciones de nutrientes y provocarán toxicidad. Para evitarlo, puede medir la CE de su agua de origen para tener una idea de su concentración total de sales.
Alcalinidad: Esto significa que su agua de origen tiene altos niveles de bicarbonatos, que son compuestos alcalinos que hacen que aumente el valor del pH. Puede solucionar esto añadiendo ácido, pero si ya tiene una alcalinidad muy alta, esto actúa como un tampón químico muy eficaz. Esto significa que puede ser difícil cambiar el pH al nivel óptimo para la disponibilidad de nutrientes. Si usted nota que su valor de pH requiere una gran cantidad de un ajustador de pH y luego disminuye rápidamente, es posible que tenga un problema con la alcalinidad.
Si el agua de su fuente actual no está a la altura, estas son las opciones de tratamiento habituales:
Debería analizar su agua de origen con regularidad. Puede optar por enviar muestras para su análisis en laboratorio, pero la forma más sencilla y rápida es utilizar las siguientes mediciones fundamentales para controlar la calidad:
¿Quieres saber más sobre los fundamentos de la salud de las plantas? Echa un vistazo a las entradas de nuestro blog sobre conductividad y pH.
pH.