Kasha Dubaniewicz
Kasha is passionate about high-impact storytelling and believes in making positive changes that will lead to a better and happier world for all.
Lasdeficiencias de nutrientes en las plantas pueden plantear varios problemas. No sólo es difícil identificarlas, sino también tratarlas con eficacia.
De hecho, a nivel visual, muchas deficiencias tienen síntomas idénticos o similares, como hojas amarillentas, bordes de las hojas marrones o retraso del crecimiento, y es probable que sus plantas puedan estar experimentando varias deficiencias de nutrientes diferentes a la vez, lo que complica aún más el tratamiento.
En lugar de eso, te harás la vida mucho más fácil si adquieres el hábito de cuidar los parámetros fundamentales de la salud de las plantas. Cuanto antes empieces a cultivar, mejor. Porque siempre es más fácil prevenir posibles carencias de nutrientes que tratarlas cuando ya se han instalado en tus cultivos.
Los parámetros fundamentales son el pH (hidrógeno potencial), la CE (conductividad eléctrica) y la temperatura; en este caso, la temperatura de la zona radicular de tus plantas.
En este artículo, profundizaremos en cada uno de estos parámetros en detalle, analizando qué les ocurre a tus plantas cuando las mediciones son demasiado altas o bajas, así como la forma de ajustarlos con seguridad en tu entorno de cultivo.
Recuerda: siempre es más fácil prevenir posibles carencias de nutrientes que tratarlas cuando ya se han instalado en tus cultivos.
Contenidodel artículo- haga clic en los títulos para visitar la sección que necesite
- ¿Qué es el pH?
- ¿Qué es la CE?
- ¿Por qué es importante la temperatura para el cultivo?
- ¿Listo para empezar a crear su kit de herramientas de fundamentos fitosanitarios?
¿Qué es el pH?
El pH, que significa Hidrógeno potencial, es una escala utilizada para determinar la acidez o basicidad de una solución o sustancia, en este caso, su solución hidropónica o su tierra.
Cuando se mide el pH, el número que aparece se basa en el número de iones, en concreto de iones de hidrógeno(H+). La cantidad total de estos iones de hidrógeno determinará la acidez o la alcalinidad; si hay más iones de hidrógeno presentes, el pH será ácido (0-7) y si hay menos H+ en relación con los grupos hidroxilo (OH-), el pH será alcalino (7-14). Un valor de pH de 7 se considera neutro.
Para una introducción detallada al pH, eche un vistazo a nuestro artículo sobre qué es el pH y cómo se mide.
El papel del pH en la absorción de nutrientes
Como ya sabemos, todas las plantas necesitan tener acceso a una serie de nutrientes equilibrados para poder alcanzar todo su potencial de salud próspera. Tanto si cultivas en hidroponía como en tierra o en un medio sin tierra, el pH desempeñará un papel fundamental a la hora de poner los nutrientes a disposición de tus plantas.
Esto se debe a que, para estar disponibles para las plantas, los nutrientes deben ser solubles (disolverse en agua) y tener una carga eléctrica positiva o negativa. Además, cada uno de estos iones nutrientes tiene un intervalo de pH preferido dentro del cual estarán disponibles para las plantas.
Fuera de este rango, estos nutrientes no estarán disponibles para su absorción, lo que conduce a una situación llamada bloqueo de nutrientes. El bloqueo de nutrientes también puede producirse cuando se sobrealimenta a las plantas, ya que el exceso de iones nutrientes puede reaccionar con otros para formar nuevos compuestos que las plantas no pueden absorber.
Es posible que hayas oído la comparación en otra parte: mientras que los nutrientes son el alimento que las plantas necesitan para crecer, el pH actúa como una llave, abriendo esos nutrientes para que estén realmente disponibles para tus plantas.
En última instancia, el pH de la solución nutritiva y de la zona radicular afecta a la capacidad de las plantas para obtener los nutrientes que necesitan. Intenta alcanzar lo que se conoce como el "punto óptimo" para el método de cultivo elegido.
En hidroponía, la solución nutritiva debe estar entre 5,8 y 6,5 pH. Si cultivas en tierra, la zona radicular debe estar entre 6,5 y 7 pH. Dicho esto, algunos cultivos pueden prosperar en entornos más ácidos o alcalinos, así que consulta siempre el intervalo de pH preferido para las plantas que vayas a cultivar.
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Consulte la tabla siguiente para conocer nuestros rangos de pH recomendados para algunos de los cultivos más comunes:
Hay que tener en cuenta que el suelo tiene una capacidad natural de amortiguación del pH que permite pequeñas fluctuaciones, mientras que en hidroponía hay mucho menos margen de error, ya que no existe un amortiguador natural. Sin embargo, algunos abonos y aditivos utilizados en la tierra, así como la composición natural de ésta, pueden provocar variaciones importantes o inesperadas del pH. En ambos casos, siempre es más seguro medir el pH con regularidad para poder detectar un problema antes de que se arraigue.
Los efectos de un pH incorrecto
Dado que el pH afecta a la capacidad de tus plantas para absorber los nutrientes que necesitan, es inevitable que éstas muestren algunos síntomas físicos si llevan algún tiempo con un pH incorrecto.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que un pH incorrecto podría causar una deficiencia de algunos nutrientes y crear una toxicidad de otros, ya que cada nutriente tendrá un rango de pH preferido en el que será más soluble y estará más disponible.
Eche un vistazo a la siguiente tabla, que muestra algunos de los nutrientes más comunes, así como su rango de pH preferido:
Si su pH es demasiado bajo - o demasiado ácido - puede esperar ver los siguientes efectos:
- Algunos elementos son más solubles en un medio ácido, lo que puede provocar toxicidad, como la del hierro o el manganeso.
- Por otra parte, los sustratos o soluciones de cultivo muy ácidos pueden provocar carencias de magnesio, calcio y fósforo.
- En términos de síntomas visuales, éstos pueden incluir: manchas amarillas u hojas amarillentas, muerte de las hojas, crecimiento atrofiado y quemaduras en las puntas.
Si el pH es demasiado alto, o demasiado alcalino, los resultados son los siguientes:
- Como puede ver en nuestra tabla anterior, muchos nutrientes serán menos solubles en un entorno excesivamente alcalino, lo que podría provocar la precipitación de ciertos elementos como el hierro, el calcio o los compuestos de fosfato, que quedarían "bloqueados" y no estarían disponibles para sus plantas.
- Uno de los rasgos distintivos de un entorno excesivamente alcalino es la deficiencia de cobre o zinc.
- Los síntomas visuales de un pH alto pueden incluir clorosis interveinal, en la que las hojas amarillean entre las venas de las hojas, manchas marrones o amarillas, necrosis gradual y hojas marchitas o rizadas.
Cómo reducir el pH
Como se ve en los gráficos anteriores, la mayoría de las plantas prefieren un entorno de crecimiento ligeramente ácido. Cuando midas tu pH y notes que está subiendo, hay algunas formas de ajustarlo, dependiendo de tu método de cultivo.
En hidroponía, el método más común para reducir el pH de la solución nutritiva es utilizar un ácido como el fosfórico o un ajustador de pH comprado en la tienda. Independientemente del que elijas, recuerda siempre diluirlo antes de añadirlo a la solución nutritiva.
Se recomienda diluir el ácido o el regulador de pH en una proporción de 1:10 (una parte de ácido o regulador de pH por cada 10 partes de agua destilada o de ósmosis inversa). Antes de hacerlo, consulta las instrucciones del regulador de pH que hayas elegido. Siempre es una buena regla general añadir el regulador diluido gradualmente, dejando que la solución ácida se mezcle correctamente y midiendo el pH para no sobrepasar el objetivo.
Dependiendo del cultivo que realice, es posible que se le recomiende utilizar distintos ácidos en función de la fase de crecimiento en la que se encuentren sus plantas. El ácido nítrico suele recomendarse durante la fase de crecimiento, mientras que el ácido fosfórico se aconseja durante la fase de floración. Busque siempre el consejo de un experto si no está seguro y utilice siempre guantes y gafas cuando manipule cualquier ácido.
En el suelo, también tendrás que introducir un tipo de ácido para reducir su pH. Existen varias opciones, dependiendo de la urgencia con la que necesites reducir el pH del suelo.
Lo más habitual es añadir azufre para reducir el pH del suelo, aunque éste se descompone lentamente con el tiempo, lo que significa que el pH del suelo sólo bajará de forma muy gradual. Esto se debe a que las bacterias del suelo tardan en descomponer el azufre en ácido sulfúrico, que reducirá el pH. Cualquier otra fuente orgánica, como el compost o el estiércol, también tardará un tiempo en descomponerse.
Para una solución más rápida, puedes utilizar un aditivo como el sulfato de aluminio, que actúa muy rápidamente. Sin embargo, hay que prestar mucha atención a las instrucciones del envase. No conviene aplicar demasiada cantidad ni utilizar sulfato de aluminio para grandes aplicaciones, ya que puede provocar toxicidad en el suelo.
Hay todo tipo de recomendaciones para bajar el pH, desde utilizar posos de café hasta turba, pero siempre merece la pena preguntar a un experto y es importante especificar el tipo de suelo en el que se cultiva actualmente (arenoso, arcilloso, etc.).
Cómo aumentar el pH
Si mides el pH y la lectura es demasiado baja, o demasiado ácida, tendrás que aumentar el pH haciéndolo más alcalino. Al igual que con la reducción del pH, las opciones para aumentarlo dependerán del método de cultivo que estés utilizando.
En hidroponía, normalmente se añade bicarbonato para aumentar el pH de la solución nutritiva. Esto se hace normalmente utilizando silicato potásico o un ajustador de pH comprado en la tienda. Al igual que para bajar el pH, siempre debes asegurarte de que el bicarbonato se diluye adecuadamente, normalmente en una proporción de 1:10 (una parte de bicarbonato o de regulador del pH por cada 10 partes de agua destilada o de ósmosis inversa). Si utilizas un regulador del pH, sigue siempre las instrucciones del envase.
Cuando realice el ajuste, hágalo con precaución; añada el regulador diluido gradualmente, probando el pH todo el tiempo para no sobrepasar el objetivo. Además, utiliza siempre equipo de protección, como gafas y guantes, cuando manipules cualquier producto químico.
Si vives en una zona con agua dura, también puedes utilizar este producto para aumentar el pH de la solución nutritiva. Esto se debe a que los bicarbonatos del agua dura actúan como amortiguadores del exceso de acidez, elevando ligeramente el pH. Este método sólo debe utilizarse cuando necesites realizar un pequeño ajuste del pH.
En el caso del suelo, el aumento del pH suele denominarse encalado, que hace que el suelo sea más alcalino. Al igual que ocurre con la reducción del pH del suelo, la forma de aumentar el pH del suelo depende en gran medida de la urgencia con la que se necesite solucionar el problema.
El agente encalante más común es la piedra caliza en polvo. Se vende en distintas formas, que afectan al pH del suelo a ritmos diferentes. La cal pulverizada es la más rápida, ya que está finamente molida y el suelo la absorbe con rapidez. Otras formas, como los gránulos de cal o la cal granulada, se descomponen a un ritmo más lento, aumentando gradualmente el pH del suelo.
Existen otros agentes encalantes a tener en cuenta, como la cal calcárea, que se considera un agente encalante más puro, o la cal dolomítica, que también añade magnesio al suelo.
Otra opción sería utilizar ceniza de madera. La ceniza de madera puede no ser tan eficaz como la cal, pero aumentará gradualmente el pH del suelo con el tiempo y es una opción rentable.
Tenga en cuenta que los agentes encalantes, incluida la ceniza, pueden causar irritación cutánea y respiratoria. Lleve siempre equipo de protección, como mascarilla y guantes, cuando trate el suelo con un agente encalante.
¿Qué es la EC?
CE son las siglas de conductividad eléctrica, y se considera una medida de la cantidad total de alimento disponible para sus plantas. Como ya se ha mencionado, todas las plantas necesitan tener acceso a la cantidad adecuada de alimento, pero las plantas sólo pueden absorber los nutrientes cuando están en forma iónica.
Cuando los nutrientes se disuelven en agua, se dividen en iones. Cada uno de estos iones lleva una carga eléctrica, lo que crea el potencial para que la electricidad se mueva a través de esa solución. El agua pura, en cambio, es una mala conductora de la electricidad, ya que no contiene iones. Cuantos más iones contenga una solución, mejor podrá conducir la electricidad.
La CE se mide en miliSiemens por centímetro, pero, a diferencia del pH, no existe una escala universal para medir la conductividad. De hecho, hay al menos cuatro escalas comunes en uso, por lo que siempre es importante conocer la escala que utiliza su medidor de conductividad y su proveedor de nutrientes.
Éstas son las cuatro escalas de conductividad más comunes:
- EC (Conductividad eléctrica) [1 mS/cm2 = 1 EC].
- PPM (Partes por millón) [CE x 700].
- TDS (Sólidos disueltos totales) o DS (Sales disueltas) o MS (Sales medidas); también conocido como PPM 500 [EC x 500].
- CF (Factor de conductividad) [EC x 10]
Es importante tener en cuenta que la medición de la conductividad sólo muestra la cantidad total de nutrientes disponibles para las plantas; no muestra el desglose de cada nutriente disponible.
Para una introducción completa a la CE -incluyendo cómo y dónde medirla- eche un vistazo a ¿Qué es la conductividad y cómo se mide?
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El papel de la CE en la absorción de nutrientes
En el nivel más básico, necesita disponer de nutrientes para que sus plantas puedan absorberlos. Medir la CE le dará una idea de la cantidad global de contenido iónico -o nutrientes- disponible en ese momento.
Puede existir la tentación de simplemente alimentar a sus plantas tanto como sea posible para que siempre tengan nutrientes disponibles, pero esto puede tener resultados desastrosos. En cambio, las plantas tienen un rango de CE preferido en el que pueden alcanzar una salud óptima.
Eche un vistazo a la siguiente tabla para ver los rangos de CE preferidos para algunos de los tipos de cultivo más comunes:
También hay que tener en cuenta que determinados tipos de cultivo pueden requerir diferentes concentraciones de nutrientes en función de la fase del ciclo de crecimiento en la que se encuentren. Es aconsejable investigar un poco sobre el cultivo elegido o consultar a un experto para asegurarse de que se busca el intervalo de CE correcto a lo largo del ciclo de crecimiento de las plantas.
Sin embargo, la medición de la CE no sólo influye en la cantidad de nutrientes disponibles para su absorción, sino que también puede afectar a la capacidad de las plantas para absorber agua. De hecho, si la CE es muy alta, las plantas dejarán de absorber suficiente agua.
En hidroponía, se recomienda medir la solución nutritiva en el momento de mezclarla y después de que haya estado disponible para las plantas. Cuando se cultiva en tierra, es más difícil medir la concentración de nutrientes de los fertilizantes, aditivos o productos orgánicos que se aplican, ya que tardan en descomponerse y estar disponibles para su absorción. Sin embargo, puedes medir directamente la EC de la zona radicular con un medidor de EC del suelo.
Es de esperar que el valor de la CE fluctúe, por eso es tan importante medir la CE todos los días. De este modo, podrá detectar y solucionar los problemas mucho más rápidamente. Es especialmente importante medir la CE en los días más cálidos, ya que es posible que las plantas sólo absorban agua, no nutrientes, lo que aumentaría considerablemente la CE.
Sin embargo, como ya sabemos, la CE no es el único parámetro fundamental que debe controlar. Aunque es importante asegurarse de que las plantas siempre tengan acceso a la cantidad adecuada de alimento, el pH de la zona radicular o de la solución nutritiva afectará a la capacidad de las plantas para absorber ese alimento. Por eso le recomendamos que se acostumbre a medir diariamente estos dos parámetros fundamentales.
Por último, para los cultivadores hidropónicos, es una buena idea adquirir el hábito de vaciar completamente su depósito y suministrar solución nutritiva fresca cada siete a 10 días. Las plantas son selectivas en cuanto a los nutrientes que absorben, lo que significa que, con el tiempo, la composición de los nutrientes disponibles podría desequilibrarse, lo que podría causar deficiencias de nutrientes o toxicidades.
Los efectos de una CE incorrecta
Como se observa en el gráfico anterior, determinados cultivos tienen unos rangos de CE preferidos en los que prosperan. Si sus plantas están sometidas a una CE que se sale de este rango durante algún tiempo, empezarán a mostrar síntomas de mala salud.
En lo que se refiere específicamente a los nutrientes, tu planta puede empezar a sufrir carencias o toxicidades. Como descubrimos en nuestro artículo sobre las deficiencias de nutrientes más comunes y cómo solucionarlas, es probable que tus plantas sufran varias deficiencias/toxicidades al mismo tiempo. No sólo eso, sino que debido a la similitud de los síntomas, puede resultar difícil identificar una deficiencia o toxicidad concreta.
Si tu EC es demasiado baja, tus plantas no podrán obtener suficiente alimento, lo que podría provocar los siguientes síntomas:
- Decoloración de las hojas (las hojas se vuelven amarillas o marrones).
- Agujeros en las hojas o manchas marrones de necrosis
- Raíces y crecimiento atrofiados
- Diferencia en el rendimiento de la cosecha
- Hojas atrofiadas, retorcidas o deformes
Por otro lado, si la CE es demasiado alta, puede provocar una serie de problemas, como quemaduras por nutrientes o sal, así como toxicidad de los nutrientes. Una CE extremadamente alta también puede impedir que las plantas obtengan suficiente agua para cubrir sus necesidades básicas, y éstas podrían empezar a marchitarse y morir.
Éstos son los síntomas que puede empezar a observar si su CE es demasiado alta:
- En el caso de las toxicidades por nutrientes, podrías observar decoloración de las hojas, normalmente en forma de clorosis interveinal, así como raíces engrosadas o necróticas, manchas marrones de necrosis en las hojas o un cambio en el tamaño y la cantidad de hojas de tus plantas.
- En el caso de la quemadura por nutrientes, las hojas pueden tener las puntas dobladas y los bordes quemados, y las hojas acaban retorciéndose o curvándose hacia abajo a medida que el problema se arraiga.
- Si tus plantas no reciben suficiente agua debido a los altos niveles de nutrientes, las hojas y los tallos pueden empezar a marchitarse y a caer, y las hojas, antes brillantes, adquieren un aspecto apagado. El crecimiento de las plantas también se ralentizará.
En lugar de tratar los síntomas de una CE incorrecta, asegúrate de analizar la CE con regularidad, sea cual sea tu medio de cultivo. Así podrás detectar y solucionar rápidamente cualquier problema.
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Cómo reducir la EC
Si toma una medida de EC demasiado alta, hay varias cosas que puede hacer para remediarlo.
En hidroponía, puede simplemente añadir más agua (con pH equilibrado) a su depósito. Esto diluirá la concentración de sales y reducirá la EC. Si los niveles de EC son muy elevados y las plantas presentan nuevos síntomas de mala salud, puede que merezca la pena purgar completamente el sistema, enjuagar las raíces y rellenar inicialmente con una solución nutritiva de menor potencia. También puede valer la pena ponerse en contacto con un experto.
En el suelo, la lógica es la misma: la dilución es la clave para reducir la EC. Basta con añadir agua con un pH equilibrado; en el caso de cultivar en macetas o contenedores, riega hasta la saturación total y luego deja escurrir. A continuación, mida la CE de la escorrentía. Repita este proceso y compare la CE de la escorrentía con la lectura original de la CE de la zona radicular.
Cuando estés seguro de que has eliminado suficientes sales, puedes reintroducir en tus plantas la dosis normal de nutrientes o una dosis más baja, en función de lo alta que fuera la CE y del tiempo que las plantas hayan estado afectadas por ella. Como siempre, si no estás seguro, ponte en contacto con un experto.
Cómo aumentar la EC
Aumentar la CE es mucho más sencillo. Tanto en hidroponía como en tierra, se trata simplemente de añadir más solución nutritiva o el fertilizante o aditivo elegido. Asegúrese de medir la CE después de la dosificación para no sobrepasar el objetivo.
Sin embargo, no es lo mismo tratar una carencia de nutrientes; para más información, consulta nuestra guía sobre las carencias de nutrientes más comunes y cómo solucionarlas.
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¿Por qué es importante la temperatura para el cultivo?
El pH y la EC son fundamentales para la salud de las plantas, pero la temperatura también desempeña un papel fundamental en el logro de un crecimiento óptimo. También resulta ser el parámetro fundamental que más se suele pasar por alto.
Cuando se habla de temperatura en el contexto de un entorno de cultivo, se puede hacer referencia a la temperatura del aire que rodea a las plantas o también a la temperatura de la solución nutritiva o del agua de riego, que afectará a la temperatura de la zona radicular.
Aunque la temperatura del aire es importante, en este artículo nos centraremos en la temperatura de la zona radicular y su efecto sobre la absorción de nutrientes y la salud general de la planta.
Esto se debe a que el sistema radicular de tus plantas es la ubicación de dos procesos químicos esenciales: la absorción de agua y de nutrientes. En cada uno de estos procesos, tener la temperatura correcta en la zona radicular es primordial para que se produzcan de forma eficaz.
El papel de la temperatura de la zona radicular en la absorción de nutrientes
En pocas palabras, la temperatura de la zona radicular afecta a la velocidad a la que las plantas absorben los nutrientes. Si deja que la temperatura de la zona radicular no se supervise ni controle, podría tener efectos desastrosos en el rendimiento general de su cultivo.
La absorción de nutrientes depende en gran medida de los procesos químicos que tienen lugar en las raíces de las plantas; la eficacia de estos procesos viene determinada por las temperaturas a las que están expuestas las raíces. Si la temperatura de la zona radicular se sale de su rango óptimo, la planta no podrá suministrar los niveles óptimos de nutrientes y agua.
Lo ideal es que la temperatura de la solución nutritiva o del agua de riego se sitúe en torno a los 18-22 °C (65-72 °F) para garantizar una absorción óptima de nutrientes y agua.
Además de influir en la absorción de nutrientes, la temperatura de la zona radicular también afecta a la disponibilidad y solubilidad del oxígeno. Si el agua está demasiado caliente, se corre el riesgo de privar a las raíces de oxígeno, ya que el agua caliente no puede retener tanto oxígeno disuelto como el agua fría. Por otro lado, si el agua está demasiado fría, las raíces pueden sufrir un shock, disminuir el metabolismo de las plantas y frenar su crecimiento.
Dicho esto, al igual que hemos visto anteriormente con los parámetros de pH y EC, cada tipo de planta tiene un rango de temperatura preferido para la zona radicular, por lo que es aconsejable comprobarlo para los cultivos actuales.
En general, la capacidad de mantener una temperatura determinada en la zona radicular depende de varios factores: el clima local, el medio de cultivo elegido, la temperatura de la zona de cultivo (las luces LED pueden generar calor adicional) y otros.
Pero, cuando se hace bien, la regulación de la temperatura de la zona radicular puede tener una amplia gama de beneficios: se puede optimizar la absorción de agua y nutrientes, contrarrestar los efectos de las temperaturas del aire inferiores a las óptimas y promover un desarrollo uniforme de las hojas y los frutos.
Los efectos de una temperatura incorrecta en la zona radicular
Si cultivas en tierra, la temperatura de la zona radicular sufrirá menos fluctuaciones, ya que la tierra, especialmente la más densa, actúa como un eficaz amortiguador de la temperatura. En hidroponía, la zona radicular es más vulnerable a las fluctuaciones. Sin embargo, independientemente del método de cultivo que utilices, es importante controlar la temperatura de la zona radicular y saber cómo ajustarla si detectas algún problema.
En última instancia, si la temperatura de la zona radicular es demasiado alta o demasiado baja durante un periodo de tiempo constante, las plantas podrían entrar en letargo, ya que sus raíces no podrían realizar sus funciones normales. Esto afectará drásticamente al crecimiento normal de las plantas y al rendimiento de los cultivos. Del mismo modo, si introduces una solución nutritiva o agua de riego demasiado caliente o demasiado fría, este cambio brusco de temperatura puede provocar un shock en las raíces de las plantas.
Aparte de estos efectos comunes descritos anteriormente, estos son algunos de los otros efectos que puede esperar ver si la temperatura de su zona radicular se calienta demasiado:
- Una zona radicular más caliente provoca un aumento de las reacciones metabólicas, incluido un aumento de la absorción de nutrientes. Esto podría causar síntomas de toxicidad por nutrientes, como decoloración de las hojas, raíces engrosadas o necróticas y un cambio en el tamaño y la cantidad de hojas de las plantas.
- Tener una zona radicular más caliente también puede provocar un aumento de patógenos, como infecciones o enfermedades. En hidroponía, esto puede evitarse asegurándose de mantener la instalación lo más estéril posible.
- Cuando la temperatura de la zona radicular aumente, habrá menos oxígeno disuelto disponible. Esto afectará a los procesos críticos de la planta, como la respiración.
Además de los efectos comunes de tener una temperatura incorrecta en la zona radicular, estos son algunos otros efectos que puede esperar ver si la temperatura de su zona radicular es demasiado baja:
- Las reacciones metabólicas de sus plantas se ralentizarán, lo que significa que sus plantas serán susceptibles a las deficiencias de nutrientes. Es posible que aparezcan síntomas como clorosis entre las venas, retraso en el crecimiento de las plantas, bordes o manchas marrones en las hojas y necrosis foliar.
- Al igual que ocurre con las temperaturas más cálidas, una temperatura constantemente baja en la zona radicular también puede atraer infecciones y enfermedades no deseadas.
Cómo reducir la temperatura de la zona radicular
En hidroponía, hay varias formas de reducir la temperatura de la zona radicular. Esto se hace principalmente mediante el control y, cuando sea necesario, la reducción de la temperatura de la solución nutritiva en su depósito.
Dependiendo de su presupuesto, puede utilizar un refrigerador mecánico, que tiene un termostato incorporado que le permitirá mantener una temperatura preprogramada. Sin embargo, son más populares los serpentines de refrigeración de acero inoxidable, que pueden instalarse en el depósito. Es una buena idea visitar tu tienda de cultivo local para ver las opciones que mejor se adaptan a tu presupuesto y requisitos de configuración.
Además, puedes considerar la posibilidad de aislar el depósito, ya que te ayudará a mantener temperaturas más estables.
En tierra, experimentarás menos fluctuaciones de temperatura, sobre todo si tu tipo de suelo es más denso. Dicho esto, existen algunos métodos de eficacia probada para mantener una temperatura más fresca en la zona radicular. Entre ellos se incluyen los cultivos de cobertura, que se plantan entre los cultivos comerciales para dar sombra y, de este modo, refrescar el suelo y evitar la evaporación del agua del suelo. En los meses más calurosos, también puedes utilizar cubiertas o telas de sombreo, que pueden ayudar a mantener fresca la zona radicular.
También puedes considerar la posibilidad de incorporar algún tipo de aislamiento durante los meses más cálidos. Esto ayudaría a evitar que el peor calor del sol sea absorbido por el suelo y, por tanto, por tu zona radicular. Entre los tipos de aislamiento más comunes se incluyen el acolchado y el uso de cubiertas sintéticas para el suelo.
Cómo aumentar la temperatura de la zona radicular
En hidroponía, una de las formas más sencillas de aumentar la temperatura de la zona radicular es utilizar un depósito de retención independiente. De este modo, si el agua de riego o la solución nutritiva salen demasiado frías, puede mantenerlas en el depósito de retención, dejando que el líquido adquiera una temperatura más cálida antes de añadirlo al depósito. También puede utilizar tanques de retención calefactados si vive en una zona donde el clima suele ser más frío.
Además, puede considerar la posibilidad de aislar el depósito y elevarlo por encima de cualquier superficie de hormigón. Esto ayudará a mantener una temperatura más ambiental.
También puede hacer uso de calentadores mecánicos; sin embargo, dado que la solución nutritiva es corrosiva, querrá incorporar un intercambiador de calor. Hay muchas opciones diferentes, así que lo mejor es que te pongas en contacto con tu tienda de cultivo local para encontrar la solución que mejor se adapte a tus necesidades y presupuesto.
En tierra, habrá menos fluctuaciones de temperatura, ya que la tierra puede actuar como amortiguador, sobre todo cuanto más densa sea tu tierra. Sin embargo, si observas que la temperatura de tu zona radicular es demasiado baja de forma constante, puedes emplear algunas soluciones técnicas, como incrustar cables calefactores en un lecho de arena o utilizar esterillas térmicas con control de temperatura. Como con cualquier equipo nuevo, lo mejor es que visites tu tienda de cultivo más cercana para encontrar el producto que mejor se adapte a tu presupuesto y necesidades.
Una opción de baja tecnología es utilizar mantillo durante los meses más fríos del año. El mantillo aísla el suelo y evita que se escape el calor. También puedes incorporar otro tipo de cubiertas para aislar el suelo, como el plástico.
¿Estás listo para empezar a crear tu kit de herramientas para la salud de las plantas?
Ahora que ya sabes por qué el pH, la EC y la temperatura son parámetros esenciales, puedes empezar a crear tu kit definitivo de herramientas para la salud de las plantas. Descubralas distintas formas de analizar el pH, la EC y la temperatura, y lo que debe saber a la hora de seleccionar sus herramientas.
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